Porrovideo, de Jorge Alfonso

Porrovideo, de Jorge Alfonso; Montevideo, Estuario, 2008

Se ha hablado tanto ya de Jorge Alfonso a un año prácticamente de la salida de este libro... Para muestra basta darle una ojeada a los comentarios de los lectores de la edición digital de la revista freeway (ver link más abajo): puteadas, aliento, mesura, tristeza, euforia, adhesión tribal, asco... Quizás en esa entrevista, realizada por Gabriel Peveroni, se le salga el lado más tonteril o megalómano a Alfonso. Habría que darle una vichadita a otra aparecida antes en la diaria, en mayo, realizada por Lagos, en la que Alfonso parece otro (también está más abajo el link de la edición en pdf del diario de ese día).
Con todas esas cosas a cuestas llegué a "Porrovideo". Al final no sabía si fumarme un canuto antes de entrar de lleno en las páginas, o fumarme una y luego otra...
No me fumé nada, después de todo...
Y tuve sensaciones encontradas al pasar de un cuento a otro y avanzar por las páginas hasta llegar a terminarlo.
Muchas veces los relatos de "Porrovideo" se quedan, o no salen, de una capa superficial de lo anecdótico. Y justamente, cuando eso no sucede, cuando de lo simplemente anecdótico se desprende (ya sea por alguna observación del narrador no poco inocente de algún personaje) otra cosa, el relato gana en densidad y por momentos se vislumbra un mundo angustioso o sofocante que puede llegar a tocar al lector: caso de "El amor de los pobres hombres pobres" o "El mejor amigo del perro", donde las mujeres condensan un sentido de la vida reprimido y se asemejan al anhelo de avanzar por el mundo hacia algo "productivo", mientras que los hombres van ocupados en otras cosas. Eso que sale a flote a veces, eso que ni siquiera se perfila como una lucha porque no hay un desarrollo, ese bosquejo mínimo de la experiencia de esas mujeres revela un conflicto atendible. Muchos otros relatos se disuelven como el humo. Y es más, se ve una gran diferencia entre ellos, como si formaran parte de distintas épocas en las que el autor trabajara su estilo.
Y así uno llega a lo que me parece el mejor relato del libro: "Pasando la lengua por la tristeza y tragando". Un relato en el que pasa algo y uno no sabe a ciencia cierta qué es, pero está ahí y el lector no puede dejar de sentirlo porque se insinúa en lo que los protagonistas no se dicen porque quizás el relato hace un recorte del tiempo en el que esas cosas no estaban para ser dichas. Gran economía de recursos para notables resultados. Gran descripción de ambientes. Muy buenos diálogos...
¿Y la marihuana?... Es lo que menos importa. Es un accesorio de varias historias. Hasta creo que son los peores relatos aquellos que la ensalzan y al final de cuentas hacen que los personajes sean meros contornos para representar una idea mayor (Tipo: fume marihuana: PEGA), al igual que los tipos y las minas sonrientes de las publicidades de Nevada (Tal como somos). Ejemplo: "El aire del barrio", que es como el negativo de una publicidad de cigarrillos.
Una cosa más: para los que piensan que Alfonso está de vivo... Yo me lo pensaría un poquito. Un tipo que escribe relatos buenos como los hay al menos tres acá, bien puede hacerlo algunas veces más, mal que le pese a varios.

Los cuentos (del 1 al 10):

El aire del barrio (2)
Mi hermano y yo y la noche triste (5)
Ingeniería de las naranjas salvajes (7)
Subir hasta el cielo (3)
El amor de los pobres hombres pobres (7)
El mejor amigo del perro (6)
Soledad a la manera de Chéjov en los tiempos que corren (4)
Navidad con una gata anaranjada (5)
En busca del elefante blanco (4)
Marcelo: "Pienso, luego me drogo" (4)
Javier: "Crítica a la razón pelotuda" (3)
El fiambre de cada día (5)
Pasando la lengua por la tristeza y tragando (8)
Redención (4)
Una simple pregunta (5)
Cómo se baila el candombe (4)
El candombe final (5)

Promedio: 4,76

La sacó del estadio:

*"Agarro el teléfono.
-¿Hola?
Es Javier, que me invita a dar una vuelta por el barrio La Comercial.
-Dale, bo, venite. ¿Qué es esa musiquita pelotuda?
Yo suspiro y miro la pantalla. Un cartel rojo indica GAME OVER, y la musiquita pelotuda me suena igual a una marcha fúnebre. Trato de explicarle a Javier que perdí mi oportunidad de salvar al mundo por su culpa, pero no parece importarle.
-No jodas, bo, vas a quedar loco con esos jueguitos de mierda. Mejor vení a tomar el aire del barrio con nosotros. ¿Venís? Bueno, te dejo. Nos encontramos en lo del Tato." (El aire del barrio)

*"Sigo carcajeándome cada vez más fuerte. Me trato de tapar la boca, pero las carcajadas se me escapan entre las manos mientras Andrés y Julio me miran incómodos." (El fiambre de cada día)

*"(...) vi cómo la tarde iba cayendo sin que se me ocurriera alguna forma de levantarla, así que decidí levantarme yo." (Redención)

Gol:

*"Me río y me río y no sé de qué me estoy riendo, y cuando pienso en eso me río con más ganas y tengo que meter disimuladamente la cabeza entre mis brazos, que descansan como muertos encima de la barra.
El dueño me mira y se sonríe. Qué gracioso el drogado boludo este, debe estar pensando, pero yo intercepto su pensamiento y me repongo y le miro el grano de la nariz." (Pasando la lengua por la tristeza y tragando)

Golazo:

*"Alicia busca una cajita de madera llena de servilletas escritas con su letra. Encuentra el papelito de esa noche y lo lee en voz alta. Yo escucho y no digo nada. Cualquier juicio literario sería una imbecilidad frente a tanto sentimiento junto. Después le pido el texto y lo releo en silencio. Para Alicia mi amigo es 'el mar', 'el sol', 'la luna', 'la poesía más hermosa en los labios de un poeta', 'la luz' que la ilumina. También 'la fuerza de los mares, el agua de los ríos y el vuelo de las aves', entre otras cosas.
Termino de leer y me quedo pensando. Miro a Pedro, pero es inútil, yo no veo el agua de los ríos ni el vuelo de las aves. Sólo veo al amigo que se empedaba en mi cuarto contando chistes verdes y se iba para el baño con una Playboy bajo el brazo. Algunos misterios de la vida no tienen explicación. Mejor así.
Alicia aprovecha que me distraje y abraza y besa a Pedro. Me invade la admiración, como si la confidencia me hubiera hecho de alguna manera cómplice de la historia. La novia de mi amigo, enternecida por el amor, la marihuana y todo lo que contó, lo vuelve a besar y estira sus brazos hacia él.
Pedro la mira, suspira y la aparta de un empujón.
-Bueno, tampoco jodas tanto -gruñe con voz de asco -. Ni que fuéramos hermanos siameses, che." (El amor de los pobres hombres pobres)

Reseñas de "Porrovideo" o entrevistas a Jorge Alfonso:

http://www.freeway.com.uy/revista/458_Mis-confesiones-Jorge-Alfonso/

http://www.ladiaria.com.uy/files/ladiaria_20080519web.pdf

http://nihil.com.ar/2009/02/esta-hablando-del-fasooo.html

http://www.larepublica.com.uy/cultura/310610-retrato-del-presente

http://200.40.120.164/Suple/Cultural/08/07/18/cultural_358334.asp